Me pregunto si vale la pena seguir publicando en un blog. Ya las cosas no son como antes y eso naturalmente es lógico.
En abril de 2022 se murió mi marido y desde entonces mi vida ha dado un vuelco muy grande. Una nueva fase de mi vida en la cual aprendí muchas cosas.
Te preguntarás qué es lo que una persona mayor puede aprender todavía? Pues sí. Llevaba ya 10 años sin trabajar y desde que me jubilé, mi marido no me dejaba conducir ni mi propio coche… Así que cada vez me sentía menos segura de mi misma. Ya no quedaba más remedio de coger el volante de los coches y MILAGRO… no se me había olvidado conducir. Me sentí otra vez libre.
Los dos coches que teníamos tenían ya alrededor de 20 años y tuve que comprar otro coche. Fue entonces cuando me di cuenta que yo no había existido durante los 50 años que vivía en España. Y es que, hasta mi propio coche estaba a nombre de mi marido al igual que el seguro de los coches porque «si está a mi nombre, sale más barato». Ay Dios!
Así tuve mi propio calvario para poder encontrar una compañía que quería asegurar el coche de una mujer de 76 años quien, a pesar de tener carnet de conducir desde los 18 años de edad, no tenía historial en España. Al final se ha podido solucionar pero costó bastante.
En cuanto tenga más ánimo, continuaré explicando más cosas.